¿Quieres hacer un regalo inolvidable en el Día de la Madre? ¡No busques más!
Las flores preservadas son una opción perfecta para sorprender a mamá en su día especial. No solo son hermosas y duraderas, sino que también son una opción ecológica que muestra tu amor y aprecio por ella y por el medio ambiente. En este blog, vas a descubrir porque las flores son el regalo ideal.

¿Qué son las flores preservadas?
¡No te preocupes, no son flores de plástico! Las flores preservadas son flores naturales que han pasado por un proceso especial de preservación para mantener su belleza y frescura durante mucho tiempo. Este proceso implica tratar las flores con soluciones naturales que las protegen de la descomposición y el marchitamiento, pero mantienen su apariencia y su tacto como si fueran frescas. El resultado son flores que lucen como si acabaran de ser cortadas del jardín, pero que durarán mucho más tiempo.
¿Porque regalar flores preservadas es el regalo ideal parar Día de la Madre?
Una de las mejores cosas de regalar flores preservadas en el Día de la Madre es que son duraderas. Las flores frescas son preciosas, pero a menudo se marchitan y mueren después de unos días. Las flores preservadas, en cambio, pueden durar de uno a tres años con los cuidados adecuados. Esto significa que mamá podrá disfrutar de tu regalo durante mucho tiempo, recordando tu amor cada vez que las vea.
Otra ventaja de regalar flores preservadas es que son una opción ecológica. Las flores frescas a menudo son transportadas de lejos, lo que implica una gran huella de carbono y un consumo de energía en su transporte y conservación. Además, muchas flores frescas son cultivadas con el uso de pesticidas y químicos, lo que puede tener un impacto negativo en el medio ambiente. En cambio, las flores preservadas son una opción más sostenible, ya que son cultivadas de forma natural y no requieren de conservantes químicos.
¡Pero eso no es todo! Las flores preservadas son también una opción práctica. A diferencia de las flores frescas, no requieren de cuidados especiales como el riego o la exposición a la luz solar. No tendrás que preocuparte de que se marchiten o se echen a perder si mamá se olvida de cuidarlas. Además, las flores preservadas no producen polen ni atraen insectos, lo que las hace ideales para personas alérgicas o sensibles a los olores.
